sábado, 28 de febrero de 2009




Algunas personas dicen que son sinceras, cuando en realidad están siendo agresivas.

Cuando decimos lo que pensamos sin tener en cuenta los sentimientos de los demás, nos podemos convertir en personas imprudentes, y hasta temidas.

No se trata de ser hipócrita, se trata de cuidar nuestras relaciones y, por consiguiente, a las personas.

Busca decir lo que piensas de la mejor manera posible.

Así evitarás imprudencias que muy probablemente te saldrían caras, ya que muchas veces toma años curar las heridas causadas por una sola de éstas.

Puedes ser firme, y al mismo tiempo ser respetuoso.

Pregunta, escucha y piensa antes de opinar. De este modo tendrás más elementos para expresar adecuadamente tus ideas. Es muy importante recordar que lo que uno piensa es tan sólo una opinión entre muchas, y que, precisamente por esto, es indicado no actuar como si uno fuera un exclusivo portavoz de la verdad.

No hay mérito en ser agresivo.

La vida consiste en construir puentes y no en lanzar piedras.

lunes, 9 de febrero de 2009



----no supe comprender nada entonces. Debì haberla juzgado por su actos
y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba- No debi haber huido jamàs!
Debì haber adivinado su ternura, detràs de sus pobres astucias.
¡Las flores son tan contradictorias!Pero yo era demasiado joven para saber amarla.
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Dentro de unos dìas ( el 14 de febrero) serà el dìa de los enamorados- señalar
un dìa en el año para acordarse del amor, del ser amado- deberia ser cada dìa en
el dìa a dìa, no?
Para los que estan enamorados- creo que uno siempre esta enamorado en la vida, si no es de una persona, es de un proyecto, siempre hay una ilusiòn, puès para todos ellos
donde tambièn me incluyo- Feliz Dìa !! el amor es el milagro de la vida.

domingo, 1 de febrero de 2009



La indecisión

Cuentan que aquella noche era especialmente fría en el desierto. Abdalá montó su pequeña tienda de campaña, tan pequeña que apenas cabía él acostado. Se despidió de su camello, llamado "Indecisión", acariciándole la cabeza, pero dejándolo fuera, y se dispuso a pasar una noche tranquila y reparadora.

Apenas había conciliado el sueño cuando el camello lo llamó con voz suave, pero insistente. "Déjame meter la nariz en tu tienda, hace mucho frío y la tengo completamente helada..." Abdalá, que era un hombre bueno, accedió a la petición.

Pero ocurrió que en cuanto se durmió profundamente, el camello empujó un poco y metió la cabeza completa. Como la tienda era tan pequeña, al hacer esto topó con la cabeza del hombre y lo corrió hasta que éste sacó los pies por el otro extremo. Abdalá protestó, pero "Indecisión" le hizo ver que eso no era en realidad gran cosa. Pasó poco tiempo para el camello metiera los hombros y empujara a su patrón afuera, hasta las rodillas. Para hacer el cuento corto, "Indecisión" siguió introduciéndose en la tienda, llenándola por completo y sacando a Abdalá por el otro extremo, hasta que finalmente quedó completamente fuera.

¿Le suena esto conocido? ¿No le ha ocurrido alguna vez que al dejar entrar un poco de indecisión ésta lo llenó todo, sacándolo de las cosas buenas de la vida? Por ejemplo, le ocurre a los estudiantes cuando se están preparando para un examen, pero frente al televisor dejan que indecisión les pida ver "un poquito más". Y le ocurre también a los vendedores, cuando les pide "posponer para la semana que entra" la visita a ese cliente importante. Y por supuesto le sucede a aquel que quiere bajar de peso, pero deja que el perverso camello le solicite "empezar después de...". Sí, cuando dejamos a la indecisión meter la nariz en nuestra vida, no importa si somos amas de casa o ejecutivos de empresa, acabará por llenarla toda, y prácticamente sacarnos de ella.


La fè en uno mismo..quizàs es la màs importante.