sábado, 26 de enero de 2008

Dos miradas a la Navidad, Año Nuevo y Reyes

Navidad, Año Nuevo, Reyes en La Coruña (España):

Por acá las navidades se viven con intensidad, con una cuidada ornamentación en las calles, esas luces que dan tanta vida!!!
Muchas ventanas con adornos, con Papá Noel escalando las ventanas, algunas zapatillas simbólicamente colocadas en las ventanas esperando que les pongan golosinas.
Todos los años se hacen dos caravanas: una de Papà Noel y otra de Reyes Magos - ambas son preciosas y lo más extraordinario que tiene es la cantidad de niños y papás concurriendo a verlo. Al paso de los niños tanto Papá Noel como los Reyes regalan golosinas, claro que siempre hay algún avivado que coloca un paraguas ( imprescindibles por estos lugares) boca abajo para recibir más caramelos :)
Lo mejor de todo es que tanto mayores como niños lo viven con alegría y curiosidad. Te das cuenta en realidad que los adultos no crecen, solo se disfrazan de grandes cuando tienen sus responsabilidades, porque a la mínima fiesta que aparece sale el niño en cada uno, y ves como es realmente la persona, pues el niño muestra toda su pureza, su espontaneidad.
Hay un momento cuando los Reyes Magos salen del Ayuntamiento para dar toda la vuelta a la ciudad, que los niños hacen cola para darles besos y recibir un detalle (una bolsita con chiches dentro). Los hay que preparan la foto para inmortalizar ese momento tan mágico que luego de grandes les hará recordar.
Todo esto me hace recordar a mi también como vivía yo las fiestas de chica… y sí, era parecido, quizás con más inocencia (éramos más tontos :) pero con la misma curiosidad.
Me gusta ver y darme cuenta que las fiestas navideñas, y las fiestas en general, carnavales, semana santa, y cualquier otra excusa que se convierte en fiesta para sacar fuera de manera sana y linda lo mejor de nosotros... eso, no se pierde, descubro cada año que esta ahí, se trasmite de padres a hijos y a nietos y me gusta saber que no se pierde la esencia de nuestra cultura, los rituales tan necesarios que son parte fundamental de la vida.
Como dice en el cuento de Jorge Bucay: sólo se cuentan los momentos lindos vividos. Es lo importante.

Por Aurora


Navidad, Año Nuevo, Reyes en Santa Fe (Argentina)

De este lado del gran charco la forma en que se viven las fiestas son muy dispares. Polarizados entre quienes viven muy bien, entre quienes viven y entre quienes subsisten a duras y a penas.
Por un lado se ve la postal de la gente arremolinada en los centros comerciales, haciendo frenéticamente sus compras para las fiestas, empujándose unos a otros, apretándose… Las ornamentaciones en la cuidad se ven en franca disminución, marcando quizás un desinterés creciente por el rito y tan solo movidos por la costumbre.
Por el otro lado se ve la postal de quienes tan solo miran a quienes compran y esperan con ansias lo que puedan llegar a recibir de las caravanas solidarias donde se recolectan juguetes para los niños y alimentos para las personas.
Y en el medio, uno se pregunta ¿Qué nos sucedió? ¿Qué nos sucede?
Porque recuerdo mi infancia en que las fiestas se esperaban con ansias y los preparativos comenzaban mucho tiempo antes. Recuerdo que las mesas eran grandes y largas, las familias se reunían, cada uno llevaba lo que tenía y podía y si no, no importaba. Se reía y celebraba, se esperaba la llegada de Papá Noel en navidad, la llegada de las 12 de la noche para fin de año, se dejaba el pasto y el agua para los camellos de los Reyes Magos, con la ilusión de recibir algún regalo.
Había alegría, había ilusión en las miradas, calidez en los abrazos, había esperanza.
Hoy las mesas son más cortas, las familias no se reúnen tanto y esperan que las fiestas pasen lo más rápido posible, la risa no es la misma ni la alegría tampoco. Se ha perdido, creo, la inocencia, la frescura, el placer de reunirse tan solo porque es lindo hacerlo, de abrazarse, porque no debe haber un mejor regalo que la caricia y la contención de un ser querido.
Quizás estos años de crisis tras crisis económica han matado ilusiones y esperanzas, quizás el agua de dos inundaciones consecutivas y desastrosas borró las huellas del pasado y se llevó los sueños.
Quizás nos hemos olvidado de ser como niños y quizás sea tiempo de buscar dentro nuestro, de rescatar al niño que todos llevamos interiormente y al que nunca debemos olvidar, porque es nuestra esencia.
Como bien decía el zorro en El Principito “Los ritos son necesarios”. Recuperar la inocencia, la frescura, volver a los orígenes, a la propia esencia, a lo verdadero y lo perdurable, al amor y la alegría, ése es el desafío.

Por Carlos

1 comentario:

  1. Estupendo hallazgo el de este blog de mi amiga aurora y de Carlos. Lo he mirado por encima y me ha enbriagado un sentimiento fraterno de luz y esperanza. No todo ha de ser triste y horrible y superficial.

    Argentina y España, unidas en el mismo tiemp y espacio por arter y magia de Internet y dos amigos de la vida tan argentinos como gallegos. Este blog promete mucho y le deseo larga vida y un futuro lleno de presente sin olvidar lo mejor del pasado, siempre por nacer. Como dice Pablo Guerrero -mi cantautor favorito y gran poeta- "toda la vida es ahora".

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